PROPIEDADES DEL AJO
A pesar de que su
intenso olor, este alimento es un suplemento de salud muy a tener en cuenta ya
que contiene vitaminas B y C y es rico en calcio, azufre, zinc, potasio y ácido
fosfórico
Los beneficios del ajo son eficaces cuando se comen
crudos y se asegura que una ingesta diaria de una media de dos
dientes de ajo pueden ser suficientes para ayudar a mantener una buena salud.
Las propiedades que se le atribuyen son casi
innumerables:
- - Mejora el sistema inmunológico del organismo, incrementando las defensas.
- - Aumenta la energía y la vitalidad.
- - Es anticoagulante, vasodilatador y depurador: mejora la circulación sanguínea dilatando los vasos, aumentando el flujo sanguíneo y protegiendo al mismo tiempo el corazón y las arterias, dándoles mayor flexibilidad, todo esto ayuda a combatir la hipertensión.
- - Es un estupendo antiséptico y expectorante, por lo que protege el sistema respiratorio.
- - Tiene propiedades antibacteriales, antivirales y antimicóticos.
- - Es antiinflamatorio.
- - Puede ayudar a reducir el nivel de colesterol “malo” y aumentar el nivel de colesterol “bueno”.
- - Ayuda a incrementar el nivel de serotonina en el cerebro, combatiendo el estrés y la depresión. Es antioxidante, desintoxicante y puede ayudar a incrementar el nivel de insulina, reduciendo así los niveles de azúcar en la sangre; protege el sistema digestivo…
Todas estas propiedades se consiguen si es
consumido crudo porque pierde muchas propiedades si está cocinado.
Se puede consumir crudo cortado muy fino y mezclado en ensaladas, con judía
verde y patatas al vapor, sobre anchoas o sardinas y un chorrito de aceite de
oliva, triturado en el gazpacho, sobre pimientos asados, champiñones o setas.
También se puede frotar sobre pan tostado, con escalibada o como componente de
salsas.
Sin embargo, si se sufre de
hemorragias, ardores estomacales, hipertiroidismo, disminución de plaquetas en
sangre, o se está bajo tratamientos con anticoagulantes o hemostáticos, es
importante consultar con un médico antes de consumir ajo. Asimismo, este
producto consumido en grandes cantidades puede producir irritación intestinal
y en algunas personas alergias. Lo recomendable es que se consuma de 1 a 2 ajos diarios y no más.
La plantación
se realiza en invierno
o principios de primavera, cuando el diente ya ha brotado y el nuevo tallo
alcanza un 50% de la longitud del diente. Es importante seleccionar los dientes
destinados a plantar, debiendoescoger los más sanos y representativos de la
variedad para conservar sus cualidades.
La siembra puede
realizarse manualmente o con maquinarias, depositando el diente en el suelo a
una profundidad entre los 3 y 6
cm (una o dos veces el tamaño del diente). Se debe poner
con la punta hacia arriba, para evitar deformaciones en la nueva planta. Otro
aspecto a tener en cuenta para obtener una producción considerable es el
distanciamiento adecuado entre hileras y entre una planta y otra. Aunque no es
un cultivo que requiera de grandes superficies, el distanciamiento es
importante para el buen desarrollo de los bulbos. El ajo cultivado en climas
fríos adquiere un sabor más picante.
El momento adecuado para la recolección es
en agosto y está determinado por el uso posterior que se dará a los bulbos. Si
el objetivo es obtener semillas para una siembra posterior, deben cosecharse
cuando las hojas comienzan a marchitarse. En cambio, si se destinaran al
consumo, no hay que esperar a que las hojas se sequen completamente. El ciclo
completo, desde la germinación hasta la recolección de los nuevos bulbos, tarda
aproximadamente ocho meses.
Una vez finalizada la cosecha, los bulbos deben
mantenerse en un lugar tibio, soleado y con buena ventilación durante dos o
tres semanas, para que se sequen o curen.
Los cultivos de ajo deben rotarse después de tres
años como máximo, para evitar el agotamiento del suelo.
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